David J. Skinner

domingo, 30 de junio de 2013

No todo es escribir

Pues sí, porque también soy distribuidor (¿a que no lo sabíais, eh?). Eso sí, de momento sólo distribuyo a escritores que conozco y cuya obra, al menos según mi opinión, es muy buena. Los podréis encontrar en Amazon, en formato papel, y a unos precios muy asequibles.

Os hablaré un poco de ellos.

Por supuesto, Los crímenes del ajedrez se puede adquirir en Amazon (y por menos de 7€ + gastos de envío). Poco que decir de esta novela policial que no haya dicho ya; para eso es mía ;-)


Momentos maestros, de Quierosaber, es un libro de reflexión personal. Un género en el que no me había dado por entrar hasta que conocí a su autora. Y, desde luego, ha sido una lectura muy interesante y útil. En él encontraremos algunos relatos y varias reflexiones que seguro nos servirán para superar algún problema personal o laboral. Su precio: tan solo 12,95€.


La primera corona, de Alexander Copperwhite, nos plantea un interesante pensamiento: ¿es más valioso un milagro divino o uno humano? Esa pregunta deberá planteársela Daniel mientras intenta descubrir la ubicación de una reliquia desaparecida, en la Roma del Siglo I. Puede ser vuestro por 9,95€.


Currículum mortis, de Luis Murillo, necesita poca presentación. El autor retoma a Dan Foster, el protagonista del Best-Seller La púrpura negra, trasladándolo a Nueva York. En esta ocasión, su objetivo es investigar la ingente cantidad de casos de asesinatos múltiples que suceden en el país. Sin embargo, cuando desaparece la sobrina de la directora de su editorial, Foster se involucra en un misterio que lleva oculto cincuenta años. Casi quinientas páginas por menos de 15€ no está nada mal.


Os pongo aquí el enlace de mi catálogo en Amazon, aunque podéis ir directamente a la página de cada novela pinchando en su imagen.

Catálogo en Amazon de David J. Skinner

jueves, 27 de junio de 2013

Presentación de Nekromanteia - Daniel P. Espinosa

¿No habéis oído hablar de ella? Pues Nekromanteia tiene el honor de ser una de las novelas finalistas del prestigioso premio Minotauro, ahí es nada. Y este sábado tendréis la oportunidad de conocer al autor, Daniel P. Espinosa, en la presentación que se está preparando en Madrid.

Como podéis leer en el cartel, la presentación contará con actuación de magia (¿no os gusta esto de que los escritores piensen en formas de sorprendernos?), y se realizará este sábado 29, a las 19h, en Generación X (calle Puebla, 15 - metros Callao y Gran Vía).

No solamente esto. Presentando al escritor tendremos nada más y nada menos que a Víctor Blázquez (sí, el autor de El cuarto jinete, que he reseñado recientemente por aquí). Si sois aficionados a la fantasía y/o al terror y estáis este sábado en Madrid, por nada del mundo deberíais perderos este evento. Yo, desde luego, no pienso faltar.

¡Allí nos vemos!

miércoles, 26 de junio de 2013

No es una reseña - La amenaza

No, no es una reseña, porque reseñar mi propio libro sería raro, raro, raro... Pero me gustaría contaros un poco de qué va la historia de La amenaza, aprovechando que el día 1 de julio saldrá a la venta en papel (en Kindle ya lo tenéis disponible desde hace unas semanas, aviso).

Para los que hayáis leído Los crímenes del ajedrez, avisaros de que esta novela es diferente en varios aspectos. En primer lugar, al contrario de los personajes más o menos grises (tirando a negro) que protagonizan Los crímenes del ajedrez, en La amenaza veremos una clara diferencia entre los "buenos" y los "malos", por así decirlo.

También la extensión es mayor, lo que permite profundizar en los protagonistas, que son unos cuantos más que en la anterior novela.

Un cambio importante es la no-linealidad de La amenaza. La narración no sigue una línea recta, sino que de vez en cuando retrocede varios días para poder "ver" qué hacían otros protagonistas y, de esta forma, ir aclarando puntos oscuros de la trama.

¡Vaya! ¡No he contado de qué va! La historia transcurre en 2148 (la mayoría de la historia, al menos), y comienza varios días después de que un virus se haya desatado en Washington D. C., causando centenares de muertos. Jennifer Morstone, que forma parte del equipo de científicos que tratan de detener la infección, será la primera persona con la que tomaremos contacto. Gracias a ella, y a un enigmático mensaje de su hermano Geoffrey, vislumbraremos que tras el ataque terrorista se oculta una conspiración de proporciones gigantescas. Y hasta ahí puedo leer ( el resto tendréis que leerlo vosotros ;-) ).

Pero no os llevéis a engaños: aunque hay avances tecnológicos (alguno más o menos presente en la novela, aunque sea de soslayo), el mayor cambio mundial es social y económico. Hace menos de una década se ha establecido en la mayor parte del planeta un nuevo sistema que ha erradicado el uso de la moneda. Un sistema al que, por desgracia, le queda un largo camino hasta ser perfecto, como iremos viendo mientras la novela avanza.

Bueno, pues estos son los ingredientes que forman La amenaza. Os recuerdo que podéis leer los primeros capítulos en Wattpad, o descargando desde Amazon un fragmento de la novela.

¡Saludos, y buena lectura!

lunes, 24 de junio de 2013

Tildes de más

Otro tema que no queda claro es cuándo se acentúan este, ese y aquel (y sus correspondientes variaciones en género o número). Vamos a ver unos cuantos ejemplos para intentar discernirlo con claridad.

–Quiero esta copa.

Ninguna duda de momento, ¿verdad? “Esta” funciona como adjetivo demostrativo, modificando “copa”. Vamos a hacer la frase un poco más compleja.

–Quiero esta –dijo, señalando hacia una pequeña copa plateada.

Aquí debería haber una tilde… ¿o no? En realidad, y a pesar de lo que mucha gente cree, en este caso tampoco llevaría tilde. ¿Hay alguna posibilidad de confusión en la frase? Definitivamente, no. Y las tildes diacríticas solamente se usan cuando existe riesgo de confusión.

–¿Compraron esas copas? –preguntó el dueño, viendo como las mujeres se alejaban.

Seamos sinceros: la mayoría de personas usaríamos la frase anterior de la forma en que la he escrito, sin tilde. Sin embargo, puede ser que con “esas” no nos quisiéramos referir a las copas, sino a las mujeres. En este caso, la frase sería así:

–¿Compraron ésas copas? –preguntó el dueño, viendo como las mujeres se alejaban.

Seguro que os ha parecido una explicación extraña en esta ocasión. Sí, el ejemplo es raro, pero lo importante es lo siguiente: los demostrativos “este”, “ese” y “aquel” NO LLEVAN TILDE SI LA FRASE NO PUEDE DAR LUGAR A CONFUSIÓN. Es decir, que sean pronombres no los califica, por así decirlo, para llevarla. Y, si bien es cierto que la ausencia de tildes en las palabras que deben tenerlas es una falta ortográfica, también lo es colocarlas donde no van.

Aprovecho para comentar lo mismo sobre “solo”. Como sabéis, esta palabra puede funcionar como adjetivo o como adverbio. Cuando funciona de esta última forma, siempre puede ser sustituido por “solamente” o “únicamente”, pero que lleve tilde dependerá de si la frase puede generar confusión.

–Puedo arreglar este cable solo.

–Puedo arreglar este cable sólo.

La primera frase podría cambiarse por “no necesito ayuda para arreglar este cable”. La segunda, por otro lado, sería algo como “no puedo arreglar más que este cable”.

–Ellos solo tomarán un café solo.

No, ninguno de los “solo” tendría que llevar tilde. El segundo porque es un adjetivo (café solo), y el primero, incluso siendo un adverbio, porque no crea ambigüedad en la frase. Aun así, lo más apropiado sería cambiar el primer “solo” por “únicamente” o por “nada más”, para no repetir la misma palabra en la frase. Un tema exclusivamente estético, aunque no por ello falto de importancia.

Así que, recordad: tildes, sí; pero donde correspondan. Y, ante la duda, siempre podemos usar sinónimos y evitar estar dándole vueltas a si la frase puede o no ser ambigua.

viernes, 21 de junio de 2013

Reseña - El cuarto jinete: Armagedón


Cuando a Víctor Blázquez le preguntan “¿qué tiene este libro que no tenga el anterior?”, su respuesta es, habitualmente “más de todo”.

Y no miente.

Si ya lo pasamos mal en Castle Hill, id preparándoos para lo que os espera, ahora que el virus del Cuarto Jinete ha salido de las fronteras del pequeño pueblo norteamericano.

Blázquez recurre, de nuevo con éxito, al narrador-cómplice para que sigamos el rastro del virus. No hay lugar a dudas de que El cuarto jinete: Armagedón tiene más muertes, más zombis, más drama y más situaciones límite… pero esto tan solo es una parte de lo que nos espera entre sus páginas.
Porque en El cuarto jinete había gente que nos caía mejor, y otros que nos caían, digamos, mal, aunque no llegaban a ser personajes malvados.

Ahora sí que los hay. Y más de uno. Sin mostrar piedad por los protagonistas –ni por nosotros, los lectores–, el autor no solamente lanza horda tras horda de muertos vivientes contra ellos, sino que además añade la amenaza de los “vivos”, que no se irán comiendo a la gente (o sí), pero algunos tienen mucha mala leche.

Un aviso: ni se os ocurra mirar la portada de esta novela sin haber leído el primer libro. Advertidos estáis…


Poco más que comentar. Si os gustó El cuarto jinete, os gustará El cuarto jinete: Armagedón. Si no habéis leído el primero… ¡ya estáis tardando!

miércoles, 19 de junio de 2013

Reseña - El solsticio de invierno

Hace un par de meses ya reseñé otra novela de Ricardo Muñoz Fajardo, La ley de la gravedad. En esta ocasión le toca el turno a El solsticio de invierno, un libro que nos sumerge en 1973.

A lo largo de sus páginas, y siguiendo los movimientos de miembros de la Brigada Provincial de Policía de Madrid y de otros pertenecientes a la Brigada Político-Social, el autor hace que recorramos el Madrid de principios de los setenta, a la par que seguimos también la investigación de un truculento asesinato.

La trama del crimen se entremezcla, de forma amena, con el resto de acontecimientos que van acaeciendo: desde la huelga ilegal que se produce en una fábrica, a principios de octubre, hasta el mismo asesinato de Carrero Blanco, en diciembre. No faltan útiles notas al pie en unas cuantas páginas, poniendo al lector en antecedentes sobre sucesos u organizaciones que van apareciendo durante la historia.


Mi conclusión es, pues, la misma que tras la lectura de La ley de la gravedad: hay que estar atentos a las novelas de Muñoz Fajardo, porque su calidad no disminuye. Si disfrutasteis con la anterior, esta no os defraudará.

martes, 18 de junio de 2013

Rayas y guiones

Dos signos ortográficos que, a veces, utilizamos incorrectamente. Primero, tenemos que tener claro cuál es cada uno (porque su uso es muy distinto).

Comenzaremos con el guion. Un guion (-) es un signo ortográfico representado por una línea horizontal corta. Uno de sus usos es la separación de palabras al final de una línea. Para ver las normas relativas a este uso, estarían en el punto 2 de este enlace (esto ya sí que no se puede resumir, me temo). También serviría como unión entre palabras, o para indicar un rango entre números. Ya está.

raeCon lo cual, si estamos usándolo para cualquier otro tema, lo más seguro es que queramos (y debamos) usar la raya (—), que es otro signo que se representa con una línea horizontal, pero en esta ocasión bastante más larga.

¿Y cuál es su uso? Podemos encontrarnos rayas, muy habitualmente, para marcar un inciso o una aclaración dentro de una frase.

“Ramón se tomó el café de un sorbo —como era su costumbre—, y dejó el bar.”

Vemos que en este caso, podríamos haber escrito la frase usando comas o paréntesis, en lugar de rayas. ¿La diferencia? Es bastante subjetiva, y depende de la distancia que queramos dar al inciso, con respecto al resto de la frase. El aislamiento del inciso podría definirse así: comas < rayas < paréntesis.

Hay que añadir que si se quiere añadir un inciso al inciso entre rayas (que ya es rizar el rizo), habría que usar siempre los paréntesis. Y viceversa; se usarían las rayas para señalar un inciso o puntualización si nos encontráramos dentro de paréntesis. Pongo un ejemplo de esto último.

“Ramón bajó del avión (si podemos llamar así al pequeño aparato —digno de una película de la Segunda Guerra Mundial— en el que viajaba), encendiéndose un cigarrillo nada más pisar tierra.”

Indicar aclaraciones es una de las funciones que tiene la raya. ¿Alguna más? ¡Desde luego que sí!

“—Abre la puerta —ordenó Ramón al chico uniformado que se encontraba frente al hotel—. Y ahí tienes mis maletas; llévalas dentro.”

Qué seco y desagradable el Ramón este, ¿no? Pero a lo que vamos, la raya es la base fundamental para escribir diálogo. En esta frase hay varias cosas a destacar. Por un lado, comprobamos que comienza con una raya y a continuación, sin ningún espacio intermedio, la primera palabra. Siempre hay que escribirlo así, tengamos una letra o un signo como interrogación o admiración (ojo con el Word, que lo marca como error). Seguimos leyendo y llegamos al inciso. Ojo aquí, porque dependiendo de cómo comience el inciso, se usarán reglas distintas. En este caso, nuestro inciso va unido por los dos lados con rayas, sin espacio ni signos de puntuación entre ellas y el texto.

Llegamos de nuevo a la parte de diálogo. Tras la raya de cierre del inciso hay un punto. Nunca terminaremos un inciso con un signo de puntuación (mientras haya un cierre de inciso, pero ya entraremos en eso), sino que éste deberá ir en la parte principal, el diálogo en este caso. Ocurriría igual si la frase no fuese un diálogo.

El resto de la conversación no tiene más datos que nos interesen, a excepción de una pequeña cosa que he obviado. Ahora la veremos, no os preocupéis. Vamos con otra frase.

“—¿Que no tienen habitaciones libres? —Cogió con brusquedad el sombrero, que había depositado sobre el mostrador, y lo lanzó al suelo—. Llame ahora mismo a su jefe.”

¿Lo habéis visto? Esta vez, en el inciso, comenzamos con mayúsculas (mientras que antes usamos minúsculas). Esta peculiaridad está determinada según el verbo con el que comienza el inciso. Si es un verbo relacionado con hablar (en el caso anterior usamos “ordenar”) se empezará en minúsculas. En caso contrario, en mayúsculas. También tenemos otra particularidad si el inciso no está relacionado con hablar. Lo podemos comprobar en esta frase:

“—Tendrán noticias de mi abogado. —Tras recoger el sombrero del suelo, Ramón abandonó el hotel.”

Sí, hemos cerrado el diálogo con un punto. Al no haber nuevo diálogo, y tener un inciso no relacionado con hablar (o si no tuviéramos inciso, claro), la frase del diálogo debe finalizar así. No ocurriría lo mismo en caso de usar un verbo relacionado con hablar.

“—Necesito encontrar un taxi —le dijo a un hombre trajeado que se encontraba en la recepción.”

También podemos observar que si el inciso finaliza la frase, no hay raya de cierre del mismo, en el caso de diálogos.

La raya tiene algunos usos más pero, al no dominarlos (uso para líneas de personajes en guiones de cine o teatro, listados, etc.), prefiero no entrar en ellos. Creo que con los datos de esta entrada (un poco más larga de lo habitual), tendréis para un buen rato de estudio.

Lo más importante, como he dicho al principio, es que usemos los guiones donde tienen que ir, y lo mismo con las rayas.

miércoles, 12 de junio de 2013

¿Por qué...

…nos da tantos problemas escribir los “porqué”, los “por qué”, los “por que” y los “porque”? Bueno, reconozco que a veces resulta un tanto complicado saber cuál usar.

En esta ocasión (para variar), la RAE no solamente tiene definiciones larguísimas, sino que nos obliga a saltar de un sitio a otro para ver todos los casos. Os aseguro que resulta muy difícil de seguir.

Peeeero no os preocupéis, que aquí me tenéis de nuevo para intentar resolver vuestras dudas de la forma más sencilla posible. En una entrada anterior ya hablé de cuándo usar “qué” y “que”; ahora, vamos a entrar en la primera división.

raeEmpezaré hablando de “porqué”. Lo primero a tener en cuenta es que se trata de un sustantivo. Podríamos sustituirlo por “motivo” o “razón”, como en la siguiente frase.

“Nadie sabe el porqué de su forma de actuar”.

“Nadie sabe la razón de su forma de actuar”.

Si no podemos realizar esta sustitución, es que no nos encontramos ante un “porqué”. Me he percatado de que se utiliza, erróneamente, cuando se quiere usar “por qué” en una frase que no sea exclamativa o interrogativa directa. Mucho ojo.

“Nadie sabe por qué actúa así”.

Es así. Es separado, es con tilde, y nunca, nunca jamás se puede sustituir por “porqué”. Si lo hiciéramos, tendríamos esta otra frase, sin sentido:

“Nadie sabe motivo actúa así”.

¿Tenemos clara la diferencia? ¡Bien! Pasemos al siguiente.

“La razón por que actúa así viene de lejos”.

Este “por que”, fácilmente sustituible por “por la que” o “por la cual”, es muy poco común (yo, al menos, no lo he usado nunca). No puede ser sustituido por “porque” (ni, evidentemente, por “por qué” ni por “porqué”).

“La gente daría lo que fuera por que dejara de ser así”.

Tampoco es demasiado habitual usar esta forma de “por que” (que, ahora sí, puede ser sustituido por “porque”), siendo más normal usar un “para que”. En cualquier caso, es una posibilidad que puede darse, y ahora sabéis cómo se debe escribir.

“La gente rogaba por que se fuera de allí”.

Este es un caso bastante complejo de explicar. Básicamente podríamos decir que lo que hacía “la gente” era “rogar por”, y de ahí que este “que” deba ir separado. En cierto sentido, está tan solo para enlazar las partes de la frase (aquí es una conjunción subordinante, a fin de cuentas), y no tiene ninguna otra función. Lamento no poder ser más concreto.

Para finalizar nos queda el “porque”. Además del segundo caso de “por que”, que ya he dicho puede escribirse separado o junto, el “porque” es mayoritariamente usado como respuesta lógica a un “por qué”.

“¿Por qué es así? –Porque tuvo una mala infancia”.

Eso es todo por hoy. Para cualquier duda, aquí me tenéis.

martes, 11 de junio de 2013

Aún así...

Pues sí, aún estamos así, dudando sobre los casos en que este adverbio se escribe con tilde o sin tilde. ¡Ah! ¿Qué no tenéis dudas sobre esto? Bueno, vamos a ver algunos ejemplos, sólo por si las moscas.

“Aun cuando era pobre, era honrado”.

“Aún, cuando era pobre, era honrado”.

raeSí, seguro que tenemos claro cuál sería la forma correcta. ¿O no? Porque, en realidad, ambas frases son correctas, aunque lo que queremos decir con ellas no sea igual. Vamos a hacerlas un poco más largas.

“Aun cuando era pobre, era honrado. Así que, teniendo ahora dinero, no intentaría engañar a nadie”.

“Aún, cuando era pobre, era honrado. Ahora no tenía ningún escrúpulo en engañar a la gente”.

Vale, es cierto; ha sido un poco rebuscado lo de la segunda frase, y está el pequeño engaño de las comas. Una forma más natural de escribirla sería “Cuando era pobre, aún era honrado”.

Ante la duda, no tenemos más que sustituir los “aun/aún” por otra palabra. Si, para lo que queremos indicar, el “aún” se puede cambiar por un “todavía”, llevará tilde. En caso contrario, no.

Para finalizar, un ejemplo que espero os resulte de mucha utilidad. He visto este error infinidad de veces, incluso en libros editados, y es el uso del “aún”, con tilde, en la expresión “aún así”. Cierto, “aún así” es correcto, pero solamente si podemos cambiar ese “aún” por “todavía”.

“¿Con la hora que es, y aún así?”

Pero no sería correcto en la inmensa mayoría de ocasiones en que lo usamos.

“El cielo estaba despejado esa mañana. Aun así, la tarde fue lluviosa”.

Si ese “aun así” quiere decir “incluso así”, NO LLEVA TILDE. Tomad buena nota de esto, y no os preocupéis si lo habéis estado escribiendo incorrectamente (a mí me pasaba, lo admito); lo importante es que, a partir de ahora, sepáis cómo se escribe de forma adecuada.

lunes, 10 de junio de 2013

¿Plural o singular?


Sin lugar a dudas, cuando consultamos la concordancia gramatical entre distintos elementos de una oración (podéis ver el texto AQUÍ), en el diccionario panhispánico de dudas, podemos alucinar en colores. Así que vamos a ver si puedo poner algunos ejemplos que creo resultarán útiles.

La Real Academia, en ocasiones (yo diría que en muchas), da unas explicaciones que pasan de ser aclaratorias para convertirse en una ingente cantidad de texto con menos atractivo literario que las páginas amarillas. Vamos, que no hay quien se las trague.


“El médico y el policía no se ponían de acuerdo”.

raeEsta es sencilla. Tenemos dos sujetos (médico y policía), y el verbo se conjuga en plural. Vamos con otro ejemplo algo más complicado.

“La fruta y el pan estaban PODRIDOS”.

Y lo pongo en mayúsculas para que quede claro. Cuando los sustantivos son singulares y de distinto género, se usaría el plural masculino. En este caso, y aunque “fruta” sea femenino, el adjetivo sería “podridos”.

“El actor principal y el director estaban cansados de esperar”.

“El actor principal y director estaba cansado de esperar”.

En la primera frase repetimos algo similar al primer ejemplo, el del médico y el policía. La segunda, sin embargo, aun contando con dos sustantivos, habla siempre de la misma persona. Por consiguiente, el resto de la frase será en singular.

De la misma forma, si la frase fuera:

“El actor principal o el director sabrán qué hacer”.

Vemos que, de nuevo, el verbo está el plural. No siempre que encontremos sustantivos separados con esta conjunción ocurrirá lo mismo, pero esto no debería plantear ningún problema, como veremos a continuación.

“La pelota o esférico tocó la portería sin que el portero pudiese reaccionar”.

“Pelota” y “esférico” se refieren al mismo objeto, así que no hay una pluralidad en la frase. Por consiguiente, el verbo irá en singular.

Y sí, como siempre, vamos a liar un poco más las cosas. Cuando nos encontramos con que el adjetivo está antes de los sustantivos, la cosa cambia.

“La larga barba y pelo del viejo se movían con el viento”.

El viejo tiene larga la barba y largo el pelo, y ambos se movían con el viento. El adjetivo, al anteponerse a los sustantivos, coge el género y el número del primero (en este caso, “barba”), mientras que el verbo se usa en plurar (“movían”). Sí, esto ya es rizar el rizo, lo sé; pero siempre es mejor tener en cuenta estas cosas, por si las moscas.

Eso es todo por hoy. Si os parece útil, levantad el pulgar ;-)

viernes, 7 de junio de 2013

Reseña - El Cuarto Jinete

Sí, me gustan las películas de zombies (no todas, claro), pero nunca había leído un libro sobre ellos. No por nada; simplemente, no surgió la oportunidad. Y entonces, en un evento literario, escucho parte de una novela de zombies, narrada por el propio autor.

Cuarto-jinete-147x206Me gustó la forma de contarlo, sumergiendo al lector dentro de Castle Hill –el pueblo donde transcurre la historia–, de la mano del narrador, como si fuéramos un Ebenezer Scrooge cualquiera arrastrado por el fantasma de las Navidades. No es fácil que un escritor consiga que este efecto de narrador-cómplice cale en el lector, pero decidí darle una oportunidad al libro.

Así que aproveché que Víctor Blázquez estaba en la Feria del Libro de Madrid para llevarme un ejemplar dedicado de El Cuarto Jinete. Eso fue el pasado domingo.

Cuatro días después, ya había devorado (una palabra muy apropiada) las 350 páginas de El Cuarto Jinete, y tenía ganas de máaaaaas.

victor-blazquez¿Qué encontraremos en El Cuarto Jinete? Centenares de zombies, claro; pero además una narración clara, bien descrita, que te sumerge increíblemente rápido dentro del pequeño pueblo norteamericano. Tratándose de una historia de muertos que se levantan con ganas de morder, rasgar y comer, es mejor no encariñarse mucho con ninguna de las personas que pueblan las páginas de la novela, porque Blázquez no duda en destripar a cualquiera de ellas, incluso después de hacer que conozcamos detalles de sus vidas que casi les convierten en viejos conocidos nuestros. Qué cruel.

Lectores de terror –y en especial, seguidores de Stephen King–, os recomiendo leer este libro. Pasaréis un buen (o angustioso, según se mire) rato.

Si, como yo, os quedáis con ganas de más, ya se encuentra disponible El Cuarto Jinete: Armagedón. Yo ya lo he empezado…

Para más información, aquí os pongo el enlace a la página de la novela, en Editorial Dolmen: EL CUARTO JINETE

sábado, 1 de junio de 2013

Concurso de relatos - Los Mitos de Cthulhu

He visto esta convocatoria, y me ha parecido interesante para compartir. Por desgracia, yo no puedo participar (snif... con lo que me gustaría a mí escribir un relato sobre los Mitos...), pero me parece una oportunidad interesante para la gente que está empezando.

En cualquier caso, aviso de que no tengo nada que ver con este concurso.

Cthulhu and R'lyeh
BASES PARA LA CONVOCATORIA VISIONES 2013
I. Convocatoria de Relatos

1. Se podrán presentar relatos en castellano de hasta 7.500 palabras, con el tema dentro del ambiente de Los Mitos de Ctulhu.

2. Cada autor podrá enviar un solo relato. El número de relatos que formará parte de la antología no está predeterminado y será decisión del comité seleccionador.

3. Los relatos deberán ser inéditos, entendiendo como tal su publicación tanto en papel como cualquier reproducción digital (páginas web, blog, foros, edición electrónica y cualquier otra forma similar), y estar escritos en castellano..

4. Dado que entendemos que la finalidad de la antología VISIONES es la promoción de nuevos valores, sólo se aceptarán relatos de autores noveles, entendiendo por tales aquellos que no hayan publicado ninguna novela o antología de relatos de forma comercial. Los volúmenes autoeditados no impiden la participación. Tampoco se admitirá a aquellos autores que hayan publicado alguna vez en cualquiera de las antologías promovidas por la AEFCFT.

5. Se valorará principalmente la originalidad, inventiva y calidad literaria de los trabajos.

6. Los relatos se presentarán en formato RTF y deberán ir adjuntos a un correo electrónico dirigido a convocatoriavisiones2013@gmail.com. El asunto del mensaje deberá ser “RELATO:” y el título del mismo. En el cuerpo del mensaje se incluirá necesariamente el nombre y apellidos del autor y la dirección de correo electrónico para contactar con él en caso de ser seleccionado, así como su nacionalidad, edad y sexo (estos últimos datos son requeridos a efectos puramente estadísticos). No se mantendrá correspondencia con los participantes no seleccionados, salvo para el acuse de recibo.

7. El envío de cualquier relato implica que el remitente declara ser su autor y cede a la AEFCFT, en caso de ser seleccionada, los derechos para la publicación de:
- Una única edición física de Visiones, realizada en España, de tirada limitada y de la cual el autor recibirá como contraprestación dos ejemplares.
- La edición digital de Visiones, de la cual el autor recibirá como contraprestación un ejemplar.

8. La cesión de derechos del punto anterior tendrá una duración de 2 años desde la fecha de publicación digital y 1 año desde la publicación de la edición física para todos aquellos relatos que sean seleccionados. Los relatos que no sean seleccionados para formar parte de la antología Visiones sólo cederán los derechos indicados hasta el momento en que se notifique esa decisión al remitente.

9. Se dará acuse de recibo a todos los participantes a la mayor brevedad posible.

10. El comité seleccionador está formado por: Víctor Martínez, David Mateo, Francisco Navarro y Jaime de Scals. Ningún miembro del comité podrá participar en la presente convocatoria.

11. La fecha límite de recepción de los relatos será el 31 de Agosto de 2013 a las 23:59, hora de Madrid. Los textos seleccionados se darán a conocer antes del 30 de Noviembre de 2013.

12. Los relatos que no cumplan todas las condiciones establecidas para su participación serán automáticamente descartados.

13. PROTECCIÓN DE DATOS: Los datos personales de los participantes serán tratados con la exclusiva finalidad de permitir al Comité Seleccionador mantener el contacto con ellos, y serán cancelados en cuanto se haya cerrado el proceso de selección en el caso de relatos descartados y cuando se hayan remitidos los ejemplares a los autores de los relatos ganadores. No serán cedidos a ninguna otra persona o entidad. Se exceptúan los datos relativos a edad, nacionalidad y sexo, que serán tratados con finalidad meramente estadística y como variables independientes.

14. El Comité Seleccionador se reserva el derecho de interpretar y decidir sobre cualquier cuestión no prevista en estas bases.

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II. Convocatoria de Ilustraciones

Igualmente, se abre una convocatoria para escoger la portada, que se regirá por las siguientes bases:

1. La convocatoria está dirigida a artistas no profesionales.

2. La temática de la portada será dentro de un Ambiente Lovecraftiano

3. Cada participante deberá enviar un único boceto de la portada propuesta y una muestra de la obra del artista que ilustre sobre el acabado previsto.

4. Ambas imágenes deberán remitirse en formato JPG a color a la dirección: convocatoriavisiones2013@gmail.com . El asunto del mensaje deberá ser “PORTADA:” y el título de la obra. En el cuerpo del mensaje se incluirá necesariamente el nombre y apellidos del autor y el email para contactar con él en caso de ser seleccionado, así como su nacionalidad, edad y sexo (estos últimos datos son requeridos a efectos puramente estadísticos) .

5. Se valorará la calidad artística, la originalidad y la integración en el ambiente definido en la convocatoria.

El envío de cualquier imagen implica que el remitente declara ser su autor y cede a la AEFCFT, en caso de ser seleccionada, los derechos para la publicación de:
- Una única edición física de Visiones, realizada en España, de tirada limitada y de la cual el autor recibirá como contraprestación dos ejemplares.
- La edición digital de Visiones, de la cual el autor recibirá como contraprestación un ejemplar.
- Material promocional e imágenes (banners, por ejemplo) tanto físicas como digitales.

7. La cesión de derechos del punto anterior tendrá una duración de 2 años desde la fecha de publicación digital y 1 año desde la publicación de la edición física para la imagen seleccionada. Las imágenes que no sean seleccionadas para formar parte de la antología Visiones sólo cederán los derechos indicados hasta el momento en que se notifique esa decisión al remitente.

8. Se dará acuse de recibo a todos los participantes a la mayor brevedad posible.

9. El comité seleccionador está formado por: Víctor Martínez, David Mateo, Francisco Navarro y Jaime de Scals. . Ningún miembro del comité podrá participar en la presente convocatoria.

10. La fecha límite de recepción de los bocetos será el 31 de Agosto de 2013 a las 23:59, hora de Madrid. La decisión sobre la obra ganadora se adoptará antes del día 30 de Noviembre de 2013.

11. El artista cuya imagen resulte elegida deberá remitir la ilustración acabada en formato TIFF
Dimensiones (Vertical): 13,5 cm x 21cm a una resolución de 300ppp.
También deberá diseñar el lomo y la contraportada, en colaboración con la comisión editora y todo ello antes del día 31 de Diciembre 2103.

12. Las imágenes que no cumplan todas las condiciones establecidas para su participación serán automáticamente descartadas.

13. PROTECCIÓN DE DATOS: Los datos personales de los participantes serán tratados con la exclusiva finalidad de permitir al Comité Seleccionador mantener el contacto con ellos, y serán cancelados en cuanto se haya cerrado el proceso de selección en el caso de las imágenes descartadas y cuando se hayan remitidos los ejemplares al autor de la ilustración ganadora. No serán cedidos a ninguna otra persona o entidad. Se exceptúan los datos relativos a edad, nacionalidad y sexo, que serán tratados con finalidad meramente estadística y como variables independientes.

14. El Comité Seleccionador se reserva el derecho de interpretar y decidir sobre cualquier cuestión no prevista en estas bases.